Estuvo a la altura

Los tropiezos son dolorosos, sí, pero es de hombres levantarse y seguir batallando. Los días de crisis parecen haber terminado para Alianza Lima, y ayer a más de 2,700 metros de altura confirmó la reconciliación con sus hinchas, su fútbol y sus aspiraciones de gloria.

Los blanquiazules, que ayer jugaron vestidos de verde, viajaron a Ayacucho convencidos de regresar victoriosos. Atrás quedaron los fantasmas de la eliminación en la Libertadores, hoy Guillermo Sanguinetti encontró un estilo que prioriza el vértigo y el juego a ras de piso con sus “pericoteros”.

Transcurrían 32 minutos, cuando Christian Cueva combinó con Osnar Noronha y este último definió a pesar del achique de Mario Villasanti. El marcador confirmaba la supremacía de la visita. Instantes previos al entretiempo, otra vez la misma fórmula, por abajo. Gabriel Costa quedó frente a frente con el portero paraguayo y anotó. Restaban 45 minutos y el cotejo parecía liquidado.

En el complemento, los “grones” ratificaron su dominio. A los 50’, “Cuevita” convirtió luego de un magistral remate desde el borde del área. ¡Golazo!

La diana de Henry Colán (57’) no empañó la gesta íntima en el Ciudad de Cumaná. Como anécdota, en los descuentos, Carlos Preciado y Pablo Míguez fallaron goles clamorosos.

Alianza renace, pues los promedios le otorgan una plaza en la semifinal (como mejor segundo). Se terminaron las desazones y hoy en La Victoria todos apuntan al mismo objetivo.