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Y le pega duro

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Luis Trujillo ya no es el chiquilín de hace unos años. Tiene voz cuando el piso es de candela y algunos temitas sacan ronchas en la interna. Por ejemplo: la deuda que le tiene el plantel, en unos días se cumplirían dos meses.

“Incomoda, pero a la hora que tenemos que jugar nos olvidamos de eso. De afuera no se ve si te pagan o no. ‘Esos se la llevan fácil’, dice la gente”, mencionó.

“Talara” agregó que “incomoda bastante trabajar y que no nos paguen dos meses. No solo a mí, sino a todos los trabajadores. Por incomodidad no quiero tocar ese tema”. El dinero no compra la felicidad pero... ya nadie chambea gratis.

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