¡Cuba libre!

Quizás fue el gol más doloroso de su carrera porque se lo anotó al club que le juró amor eterno desde niño. O tal vez fue obra de un acto de revancha, por su salida por la puerta falsa de Matute. Solo Rodrigo Cuba, el verdugo de los íntimos, lo sabe.Juan Aurich ya generaba zozobra en campo blanquiazul. Alianza Lima no respondía y el gol en el arco grone parecía caer en cualquier momento. El “Ciclón” aprovechó una desconcentración para silenciar el coloso victoriano.  Transcurría el minuto 63, cuando el “Gato” aprovechó un rebote largo de Leao Butrón, tras un cabezazo de Marcos Delgado. No perdonó y de soberbio remate le convirtió por primera vez al club de sus amores. No lo celebró porque su corazón aún late en La Victoria y el mismo lo confesó tras el pitazo final.“Gracias a Dios pude anotar y ganamos en nuestro debut. Lamentablemente fue ante Alianza, un equipo al que aún le guardo gran cariño”, comentó el latera del elenco chiclayano, quien aseguró el triunfo fue vital para sacudirse de la desazón por la temprana eliminación de la Copa Libertadores.“Queríamos un triunfo así, luego de lo sucedido en la Libertadores. Alianza fue un rival duro, pero fuimos inteligentes y supimos golpear en un momento crucial”, agregó.Con respecto a quienes criticaron el plantemiento defensivo de Roberto Mosquera, Cuba salió al frente, olvidando por un momento su hinchaje por Alianza. “Que ellos no se quejen mucho porque también jugaban así el año pasado. Ganamos bien y es lo importante”, finalizó el marcador.