Se bajó un avión

Carlos Preciado, desde su partido debut hace tres fechas, cosechó elogios por sus actuaciones y se ganó merecidamente un lugar en el once blanquiazul.

Su rapidez y habilidad son las mejores armas que posee y las ha venido utilizando para darle un poder ofensivo más cuajado al ataque grone. En poco tiempo se ganó el respeto.En Huancayo, por el partido de poder a poder que se presentó desde un principio, Preciado –pensamos– no tardaría en ser protagonista y el tiempo se encargó de darnos la razón.

Y fue a los 19 minutos cuando se le presentó la gran oportunidad de convertir un gol. De hecho, pensamos que la metía y que celebraría con salsa, pero, su disparo se fue a las nubes. El colombiano siguió la jugada de gol que propicio Míguez y cuando la pelota dio rebote al palo, jaló el gatillo. La violencia de su ejecución lo llevó al error.