La selección peruana de vóley estuvo a un paso de la gloria. Sucedió en los Juegos Olímpicos Seúl 1988, cuando el plantel blanquirrojo obtuvo la medalla de plata, tras perder la final ante Unión Soviética.
En aquella época éramos potencia con el mejor bloqueo del mundo pese a estar por debajo del promedio de talla. Perú tenía a Cecilia Tait, Denisse Fajardo, Gaby Pérez del Solar, Natalia Málaga, Rosa García y Cenaida Uribe, dirigidas por Mr. Park, coreano de carácter arisco, cuya sonrisa en su rostro era un reto.
El camino rumbo al oro se inició venciendo a Brasil por 3 sets a 0. Luego derrotamos a China, bicampeón mundial y ganador olímpico, por un electrizante 3-2. El sexteto nacional también superó a Estados Unidos por el mismo resultado. En semis la garra peruana batió 3-2 a Japón y quedó listo para pelear el oro ante la difícil Unión Soviética.
Previo al partido final, las matadoras se llenaron de ansiedad. En la concentración Tait no durmió, mientras otro grupo repasó videos de los partidos. Antes de jugar, Perú calentó en el sótano del coliseo. Man Bok Park se negó a subir para practicar los mates. No quiso cruzarse con el rival.
Perú ganaba por 2-0 y estaba a escasos tres puntos del oro. La reacción europea fue impresionante e igualaron el partido. El parcial definitivo finalizó 17-15 a favor de las soviéticas. Perú se quedó con la plata y en su llegada a Lima fueron recibidas como heroínas.
¡Gracias eternas!