El mundo continúa en shock. Neymar, el loquito que hizo del fútbol una diversión, se convirtió -hace 24 horas- en el jugador más caro de la historia. El Barcelona no lo pudo retener y el PSG se lo llevó por US$ 264 millones. Ese es el costo de su cláusula, de su libertad, de su felicidad.
El “presi” del PSG, Nasser Al-Khelaïfi, había dicho que su club respetaba los contratos, pero igual sacó el sable. No le interesó la amenaza del Fair Play Financiero. Abrió la billeterea y y se llevó al crack de 25 años.
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La aparición de Ney en la Ciudad Deportiva del “Barza” fue para sacar sus chimpunes. El “11” se cansó de ser el segundo de Leo Messi (además ganaba más que él) y decidió imponer su propio reino y luchar por el Balón de Oro (3ro. en el 2015).
Su presentación con la “10” será a lo grande. Al pie de la Torre Eiffel, donde fue presentado el sueco Zlatan Ibrahimovic.
Ney ganará US$ 36 millones por temporada -el doble que ganaba en el “Barza”- y este monto ascenderá a US$ 60 millones -superaría los 47 que percibe Carlos Tévez en China-, tomando en cuenta los pagos por derechos de su imagen.
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De esta manera, la inversión del PSG por los cinco años de contrato del jugador ascenderá a la impresionante suma de US$ 594 millones. Un dineral.
Ayer mismo, Ney fue visto pasando exámenes médicos en Portugal. Está “okey” y listo para conquistar el mundo.
EL DATO
Neymar llevará la número 10 en el PSG. Javier Pastore le dejará la camiseta como obsequio de bienvenida.