Soñaba con ser boxeador, pero prefirió “noquear” con los pies. Wayne Rooney, el hijo pródigo de Everton, tumbó al piso las esperanzas de título del Liverpool tras marcar el tanto del empate (1-1) en un vibrante derbi de la Merseyside.
Parecía que la fiesta se quedaría en Anfield. El egipcio Mohamed Salah (42’), actual goleador de la Premier con 13 tantos, adelantó para los “Reds” en la primera fracción de juego.
Sin embargo, en el complemento, Ronney tuvo la chance de igualar y no falló su disparo penal. El “Bad Boy” silenció con su gol las tribunas de Anfield.
El panorama para el equipo de Jürgen Klopp no es el mejor y deberán recuperarse el miércoles ante el West Bromwich.•Rooney ya lleva siete goles ante el Liverpool (United 5 y Everton 2).