Hay un karma del que aún Lionel Messi no pudo despojarse. El rosarino sigue sin poder marcarle goles a equipos conducidos por el portugués José Mourinho. Sin embargo, pese a que “La Pulga” dejó atrás ayer una racha de diez partidos consecutivos anotando goles, el argentino tuvo una destacada actuación en la goleada por 5-0 de Barcelona sobre Real Madrid ayer en el Camp Nou.
Messi le sirvió los dos goles a Villa, que anotó el tercero y el cuarto, con asistencias formidables. Aportó juego y toque y, en el final, recibió una descalificadora patada de Sergio Ramos, que vio la roja.