River vive una situación crítica y en las inmediaciones de su predio de Ezeiza se sintieron las malas vibras: hubo dos accidentes automovilísticos y hasta los jugadores se asomaron a mirar. Afortunadamente, no hubo heridos de gravedad. ¿Será una premonición?
Tan fuerte fue el impacto que el médico del plantel, Luis Seveso, debió abandonar el entrenamiento y salió a la autopista Ricchieri para asistir a los heridos, ante la mirada de los simpatizantes que habían llevado banderas y pancartas de apoyo para los jugadores.
Superado el susto, los “millonarios” enrumbaron a Córdoba, donde este miércoles enfrentan a Belgrano en el esperado partido de ida de la Promoción.