Pese a que, desde el inicio, los locales del Inter de Porto Alegre salieron a buscar el partido, el arquero peruano Diego Penny fue una verdadera muralla en su arco.
El golero del Juan Aurich no solo atajó a mano cambiada un remate del volante Pablo Guiñazú a los 70’, sino que le hizo la vida imposible al internacional Andrés D’Alessandro. Su alta estatura y agilidad le ayudaron a sobrellevar los primeros minutos.
Pero, por más que quiso terminar el cotejo con su red limpia, no pudo evitar las dos conquistas del cuadro rojo. Fueron imposibles de atajar.