Real Madrid casi perdió toda opción de luchar por el título de la Liga española al caer ayer por 3-2 ante Málaga, cerrando el año con las peores cifras de su historia en el torneo ibérico.
Además, Íker Casillas, capitán madridista, fue enviado por Mourinho al banco de suplentes, evidenciando una mala relación entre ambos. El portero vivió intensamente el partido y en sus gestos se podía observar el sufrimiento por los goles del Málaga, mientras que celebró efusivamente los de su equipo.
El verdugo merengue fue el paraguayo Roque Santa Cruz al marcar un doblete (72’, 76’). En tanto, el joven Isco (49’) selló el triunfo del cuadro andaluz.
Por su parte, el francés Karim Benzema (82’) y el autogol de Sergio Sánchez (66’) descontaron para la visita.