Sale y Bale

Real Madrid es sinónimo de gloria en el fútbol español y quien lo discuta ignora la mística que profesa el club desde su fundación. Ayer, ante el Barcelona confirmó tal premisa y tras un partido memorable se adjudicó el título de la Copa del Rey, otra vez a costa de su archirrival.

Claro, previo a la consagración, los merengues debieron batallar con los fantasmas del último clásico, además la ausencia de Cristiano Ronaldo, según sus críticos, afectaría en su rendimiento. “Presa fácil para Messi y los suyos”, decían.  

Sin embargo, sin “CR7”, Gareth Bale y Ángel Di María se enfundaron aquel disfraz de héroe heredado por el portugués. A los 11 minutos, sería el talentoso futbolista argentino quien trazaría el camino del éxito para los “madridistas”. Gracias a su velocidad, el “Fideo” culminó magistralmente un contragolpe. El primer golpe lo propinaban los de Carlo Ancelotti.

La reacción de los catalanes llegó en el complemento. Cuando el reloj indicaba los 68 minutos, Marc Bartra, de certero remate de cabeza, igualó las acciones, ilusionando a los azulgranas con la remontada.

Pero Bale, el hombre de los 130 “palos” verdes, no permitiría  el resurgir del Barza. Luego de una corrida tan espectacular  como inverosímil, el astro galés pagó todo los dólares que desmbolsó Florentino Pérez por su fichaje. ¡Una pepaza!

La corona es para el Real Madrid, que sometió nuevamente en la final copera a los “culés”, como hace tres años, y no solo festeja el título, también se regocija por la crisis de su rival más encarnizado, quien esta temporada solo conoce de fracasos.

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