El argentino Germán Pachecho vendió cara su derrota, fue uno de los mejores del Juan Aurich, el equipo chiclayano y segundo exponente peruano que le dijo adiós a la Copa Libertadores.
Anotó dos goles, insistió por otros más, nunca bajó los brazos y contagió su mismo coraje al resto de sus compañeros, pero de ahí en más se topó con un muro contención mexicano color naranja.
De la tribuna el 9 recibió respeto, de las redes sociales, elogios. Se rindieron ante su fulminante pegada de zurda y saludaron su buen expediente.