El día que Pep Guardiola estuvo cerca de ir a prisión
Josep Guardiola dejó un mensaje claro durante su carrera, no solo a nivel futbolístico sino también personal: "Si uno es inocente tiene que ir hasta el final".
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El ahora exitoso técnico catalán del Manchester City Josep Guardiola pasó uno de sus peores momentos en el año 2001 hasta el 2007, fueron años difíciles que involucró una prueba de antidopaje cuando jugó en el fútbol italiano y que en consecuencia tuvo que enfrentarse a la cárcel y estuvo a punto de ingresar a prisión. Una lección que 'Pep' dejó: "Uno no es culpable hasta que se demuestre lo contrario".
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Este hecho sucedió durante el 2001 cuando el volante español fue parte del Brescia en el fútbol italiano y compartió equipo con figuras como Roberto Baggio, ahí Pep Guardiola disputó apenas dos partidos cuando el técnico le informó de una prueba de antidopaje que resultó positivo causando la sorpresa del ex entrenador del Bayern Múnich. Y no solo eso, pues este resultado se dio en dos encuentros de forma consecutiva.
¿A qué sustancia dio positivo Pep Guardiola?
El campeón olímpico con España en 1994 dio como positivo a una sustancia de nombre Nandrolona que tiene como objetivo el incremento de la fuerza, la velocidad, la potencia y favorece en el desarrollo de la masa muscular. Ante la noticia, dada el 22 de noviembre de 2001, Guardiola salió a dar la cara y dar razones ante este sorpresivo hecho.
Pep Guardiola contó que 4 años atrás (1997) tomaba suplementos vitamínicos supervisado por los médicos y que en ningún momento había alterado las pruebas de antidopaje. Aún así el Comité Olímpico de Italia (CONI) denunció al jugador y pidió su suspensión del fútbol italiano llevando este caso a altas instancias en la que Guardiola solo buscaba una cosa: su inocencia.
Pep Guardiola y Roberto Baggio. (Foto: Brescia)
¿Qué hizo Pep Guardiola ante la denuncia por antidoping?
Pep Guardiola recurrió a las autoridades jurídicas italianas, al TAS e incluso la FIFA; en enero de 2002 el jugador se acercó al Comité Olímpico de Italia que reguló sus exigencias y solicitó una suspensión de 1 año a 9 meses, esto sumado a una cantidad de dinero. La comisión fue más benevolente y lo castigó sin jugar 4 meses y una multa de 50 mil euros.
Nada de esto satisfizo a Pep Guardiola que quería demostrar su inocencia pues su honorabilidad y carrera intachable estuvo en juego durante mucho tiempo. Volvió a las canchas con Brescia y a la par buscaba justicia pese a que le rechazaban todas su apelaciones y esto lo motivó a ir un proceso legal ordinario lo cual significó la parte más dura de su carrera.
Pep a punto de ir a prisión
El volante en ese entonces exigía justicia y las autoridades fueron tajantes: asumir la suspensión -ya cumplida-, una multa de 2 mil euros y 7 meses de prisión siendo la primera condena a un deportista por la ley de consumo de sustancias dopantes. Esta condena a la que enfrentó en 2005 la pudo librar debido a que no tenía antecedentes. Aún así Pep Guardiola jamás bajó los brazos y aún dolido buscó su inocencia.
Encontró la paz
En 2007 es la fecha en la que Pep Guardiola encuentra la paz e hizo respetar su honorabilidad, el Tribunal de Justicia en Brescia lo declaró inocente y el Tribunal de Apelaciones le absorbió el cargo. Pep dejó en claro que se tiene que buscar la inocencia cuando sabes y estás convencido de que eres libre:
"Cuando uno tiene razón, debe luchar contra el mundo. Los tribunales deportivos deben entender que uno no es culpable hasta que se demuestre lo contrario. La gente no se imagina la satisfacción que tengo."
