EN EL complemento, cuando Bengoechea buscó dinámica y desequilibrio para ganarlo, Kevin Quevedo saltó al campo de juego para intentar romper líneas y con ello la paridad en el marcador.
El extremo entró a los 46’ en lugar de Aldair Fuentes y rápidamente comenzó a causar estragos en la zona derecha de la zaga norteña.
Cada vez que Quevedo cogía el balón, las indicaciones desde el banco local pedían cuidado y audacia para esperarlo a la hora de ponerle el pie.
Así se gestaron la expulsión de Diego Otoya -por doble amarilla- y las consecuentes faltas a favor de los victorianos. Lástima que los centros y tiros libres nunca fueron aprovechados.•