estE ALIANZA dejó a un lado la forma romántica y estética de jugar y en su lugar le colocó temperamento. Esa mística de la sangre uruguaya en el plantel que ha calado en todos. Así Gonzalo Godoy tomó la lanza para darle vuelta a la adversidad de dos cabezazos.
El “charrúa”, con mucha actitud y amor propio, subió a apoyar a sus compañeros en ofensiva y encontró recompensa. Sus festejos besando el escudo fueron, además, la confirmación de la identificación de los uruguayos con el club. El “feeling” está en su punto de ebullición.
“El partido fue muy difícil, gracias a Dios conseguimos los tres puntos. Siempre me preocupo por defender pero trato de ayudar arriba y hoy se dio. Estamos a un paso pero todavía no ganamos nada”, indicó emocionado Godoy.
Los “íntimos” renunciaron al juego bonito pero jamás a ese corazón que por estas horas late a mil en La Victoria.•Dentro de una defensa endeble, Godoy fue el de mejor rendimiento.