en las instancias finales del Apertura, cuando Alianza Lima necesitaba de sus gallos de pelea, Gonzalo Godoy puso el pecho en los momentos más críticos del equipo hasta convertirse -sobre todo en el partido ante la San Martín- en un todoterreno, en un guerrero incansable, en el caído del cielo. “En el Clausura debemos ratificar y fortalecer lo que hemos alcanzado como equipo”, dijo. •