frenó a los gigantes neozelandeses. Defendió con alma, corazón y vida la cinta de capitán que le dejó Paolo Guerrero. Alberto Rodríguez dejó de lado su apelativo de “Mudo”, guapeó en la cancha, ganó por aire y al ras del campo cada dividida con los “Kiwis”, convirtiéndose en un emblema de Perú en la retaguardia. Y cuando contragolpeó Nueva Zelanda, el experimentado central compartió roles con la “Sombra” Ramos, su fiel escudero y autor del gol de la tranquilidad. “Ese triunfo va dedicado para todo el Perú, para el grupo, para Paolo”, confesó el defensor, quien no dejaba de felicitar a sus compañeros por la ansiada clasificación al Mundial Rusia 2018. “Qué lo festeje todo el Perú. Vamos al Mundial”, agregó entre lágrimas de felicidad. •
