¿Hasta cuándo?
Casi es el verdugo
En el primer tiempo, el árbitro llamó a la atención a la tribuna por gritos racistas en contra de Julio Landauri, volante del Sport Huancayo.
Marcos Lliuya, que ingresó en el segundo tiempo, le cambió la cara al “Rojo Matador”. Por poco y pone el 1-2 final. ¡Suave!