Quizá Roberto Ovelar se sienta más confundido y con el deseo de que lo “trague la tierra” por el penal que falló. La historia hubiera cambiado para los íntimos si el “Búfalo” anotaba, pero no fue así, pues parece pesó más los nervios por la amenaza de muerte, ya que el paraguayo mandó el balón a las tribunas.“No estuve concentrado y pido disculpas. Todo hubiera cambiado si anotaba”, dijo el delantero.El árbitro Freddy Arellanos se robó también el show con la vergonzosa actuación. No cobró un gol legítimo de Caicedo.Luego demoró en expulsar a Prado al sacarle dos tarjetas amarillas: la primera por desviar la pelota con la mano y la segunda por una falta.El juez consultó con su terna, pero él dijo que “la tarjeta fue para ‘Wally’ Sánchez”, pero los reclamos de los churres hicieron que cambie de opinión.