No tuvo necesidad de fruncir el ceño antes de responder si los jugadores nacionalizados deberían formar parte de la selección. Sergio Markarián puso el dedo en la llaga.
“No le pediré a nadie que se nacionalice porque esa es una decisión de corazón y de amor al país que te cobijó”. ¿Todo claro? Enseguida dijo sentirse contento por el trabajo realizado, a pesar del corto tiempo al frente de un grupo disímil.“Ojalá que nos alcance para superar a nuestros rivales”, sentenció. Y por último, dejó una frase de aliento. “Como responsable digo que hay muchas cosas por hacer, pero aquí todos somos hinchas de la misma camiseta”.