Después de la primera final, Franco Navarro terminó con la camisa arrugada por los brincos desesperados que daba de un lado a otro, pero sobre todo con la angustia de no tener para el próximo duelo a sus figuras Gustavo Rodas y Ronaille Calheira.
Sin embargo, sus gestos le advierten al rival que no se confíe, pues tiene a dos leones enjaulados con hambre de triunfo. Robert Ardiles y Fernando García serían la sorpresa.“Si se da la oportunidad de arrancar, me mataré dentro del campo. Sería impresionante disputar esta final, nada está dicho, pero hay que esperar qué decide el profe (Navarro)”, manifestó “Pizarrito” García.Por su parte, Ardiles expresó que “la ausencia de Rodas seguramente se sentirá. Si me toca ir desde el inicio, me brindaré al máximo. El grupo está muy fuerte y estamos seguros de que lograremos el campeonato”.