Parecía que flotaba en la cancha, sobre todo cada vez que cogía el balón y atravesaba las paredes débiles del fondo victoriano. Damián Manso fue el demonio que el último miércoles se encargó de destruir las ilusiones aliancistas.
“Esperábamos a un Alianza distinto porque los dos goles llegaron en el primer tiempo. Es una ventaja, pero nada está dicho. Tenemos todo para clasificar”, dijo el ‘10’ de Jaguares.