Algunos creen que cuando dos gigantes chocan las estadísticas quedan de lado. Sin embargo, para una selección que, año tras año, ha observado caer su valla con errores que se han incrustado como un karma en nuestro historial, es satisfactorio saber que los números ahora nos favorecen.
Tal es así, que en los 540 minutos que ha jugado la bicolor en la era Markarián (seis partidos), solo hemos recibido tres goles. Uno contra Jamaica, otro frente a Panamá y el último ante Colombia.