La esquiva fortuna se lo negó tantas veces que ayer venció su timidez y echó andar su desbordante alegría.
Alberto Rodríguez regresó a La Videna luego de muchas lunas -y lesiones- y de inmediato se puso a las órdenes de Sergio Markarián.
“Estoy muy feliz de estar aquí y reencontrarme con mis compañeros. Ojalá se me quite la ‘saladera’ de una vez, porque quiero llegar lejos con este grupo”, sostuvo ilusionado para luego referirse al desempeño en la Copa Kirín.
“Creo que la gira sirvió de mucho, se vio una idea de juego, y eso se lo debemos al profe (Markarián). Solo queda seguir por ese camino”...