A veces se dice que cuando emigramos de este mundo vamos a uno mejor. Gianfranco Espejo adelantó el viaje junto a su compañera Pierina Pérez, dejando ayer en su último adiós una gran tristeza, pero con este mensaje: desde arriba velarán por los suyos. El Rímac quedó innundado de lágrimas por aquel “Espejo” que se reflajará por siempre en el cielo celeste.