Masticó las orejas de las gacelas colombianas y las borró del mapa, mientras sacudía jubiloso su colita.
Renzo Revoredo fue una de las figuras excluyentes del triunfo peruano, cerrando el sector derecho ante las inútiles subidas de Armero y el desaparecido Adrián Ramos.“No tengo palabras para describir este momento. Estoy muy feliz, cómo es la vida, casi me pierdo la Copa por una lesión, pero miren dónde estamos ahora”, confesó.