La nueva directiva crema ha encontrado serios incovenientes en el pase del defensor chileno Cristián Álvarez a la Universidad Católica de su país.
Sucede que la rescisión de contrato de Álvarez no estaría firmada por Julio Álvarez, el tesorero, y Hugo Curotto, el protesorero, esto según indicó ayer Álvarez en Radio Ovación.
Además, los U$80 mil dólares por la ida del mapocho no estarían en las cuentas del club, sino en una cuenta externa.