Los gasíferos se fueron echando chispas de Matute. Y es que les expulsaron a dos jugadores y sienten que les han metido mano, por lo que terminando el cotejo increparon furibundos al árbitro Iván Chang.
El volante Anderson Santamaría se fue a las duchas a los 85 minutos de juego, aunque al final afirmó que su tarjeta roja fue mostrada injustamente.
El cerebral Franco Mendoza ya tenía amarilla y el vértigo del partido terminó por pasarle factura. Se tocó de nervios y agredió a Forsyth (89’), le mostraron la segunda amarilla y fue el segundo expulsado. l