La FIFA sorprendió al mundo con su anuncio, que ante las constantes huelgas que organizan los obreros de los estadios brasileños, el Mundial ya no se desarrollaría en el país sudamericano, sino en Estados Unidos.
Según el reporte publicado en el diario brasileño Folha de Sao Paulo, la FIFA considera que otro motivo para cambiar la sede es que en Brasil, la ley permite ofrecer boletos para los partidos a mayores de 65 años con un 50 por ciento de descuento, lo que influiría directamente con los ingresos económicos del evento.
Otros factores que también hacen desistir a la FIFA de su elección, es la norma obligatoria brasileña que permite entregar el tres por ciento de las imágenes de los partidos a los canales que no cuentan con los derechos de transmisión y la reducción de castigos a los que produzcan piratería y merchadising no oficial del Mundial.