Y es que jamás podrá dominar a sus demonios porque son parte de su idiosincrasia. Mario Gómez ayer le zarandeó la camiseta rosada a ciertos barristas de Alianza Lima que, todos calurosos, le recordaron a sus generaciones por el simple hecho de tratarse de “Machito”.
“Nos vamos tranquilos, ya pensábamos en otras cosas, quizás en el próximo año”, dijo el jugador que, según dicen, “asesora” las contrataciones para la temporada 2012.