Se quitó el bozal, agarró la “Pietro Beretta” 2012 y mismo carrito chocón, aplastó todo lo que encontró a su paso. Y es que el volante de Alianza Lima Paulo Albarracín dejó en claro que la paciencia siempre se termina.
Sucede que “Kiko” aún no puede jugar en el torneo local (los directivos no han sustentado los pagos de las planillas).“Entrenamos, entrenamos y no podemos jugar. Mucha gente no se da cuenta que no llegamos con el número de partidos necesarios a la Copa Libertadores", dijo la ex figura de Sport Boys.
"Sino fuera por la hinchada, por el comando técnico y los jugadores que estamos a muerte esta institución, se hubiera caído y bien feo”, culminó.