Bastaron apenas 90 minutos para que la mano de Nolberto Solano se vea reflejada en el campo de juego. Universitario tuvo un ritmo distinto en todas sus líneas y se espera un futuro prometedor de buen juego, pero, sobretodo, de triunfos.
El DT crema, ejerciendo sus facultades de la escuela inglesa, inculcó tal percepción a sus pupilos, que verticalizaron el juego, combinándolo con la dinámica de los jóvenes.Además, paró bien al equipo y planteó una estrategia que anuló las virtudes del rival de turno y explotó el potencial de los que vistieron la crema.Asimismo, Solano vivió su primera experiencia oficial en el banco merengue y sintió cada instante como si fuese el último del torneo, contagiando esas ganas a sus pupilos.Con la tranquilidad que lo identificó como futbolista, le brindó la confianza a sus jugadores, el más claro ejemplo es Andy Polo, que fue el que todos conocimos en el 2011 y se jugó un partidazo.“A mi me gusta el fútbol práctico, a la europea. Con pocos toques. Me gustó que el equipo haya entendido la idea. Estoy seguro que con el correr de los partidos los chicos van a ir mejorando”, dijo Solano.