Hace un mes, José Soto les prometió visitarlos en Lurigancho, regalarles momentos de alegría para que sigan cumpliendo su condena con la felicidad de haber compartido su mundo con él y sus pupilos.
Los internos del Comando Sur solicitaron la presencia de Alianza Lima, su querido equipo al que ya no pueden alentar desde la popular, pero sí tras las rejas. Y justo antes del clásico se cumplió la promesa. Cuando Soto y los jugadores entraron a la sede penitenciaria, se desató la algarabía: abrazos por aquí, abrazos por allá, fotos, risas, etc. El pedido de los hinchas grones era uno solo: “Mañana (hoy) tienen que ganarle a la “U”, no nos fallen, nosotros haremos barra desde nuestras celdas”. Luego de este cálido encuentro se jugaron tres pichanguitas entre el comando técnico de Alianza y los agentes del INPE, Centro Victoria y los internos. Ganaron todos. “Nos hemos reencontrado con buenos amigos, es una bonita labor social que la hacemos de todo corazón”, dijo Soto. “Queríamos traerle alegría a los chicos que están arrepentidos de los errores que cometieron en la vida. Ahora nos toca regalarles el triunfo”, declaró el capitán Juan Jayo Legario. El dato
El pabellón 4 del penal de Lurigancho es blanquiazul por donde se le mire. Los internos, con gran habilidad y técnica, han diseñado graffitis de los ídolos del club de sus amores. ¡Vale!