Se supone que los que deben hacerse notar en los partidos son los futbolistas, pero esta vez la “figura” del encuentro fue el árbitro Iván Chang, que exageró con las tarjetas y hasta se comió dos penales claros a favor de Cristal.
Y es que el tan pobre nivel que mostró ayer el “pito” es realmente alarmante. No uso el criterio obligatorio para manejar un clásico.
Vamos con los dos penales que no cobró a favor del equipo de Roberto Mosquera. A los 60 minutos, Junior Ross metió un centro al corazón del área y cuando el “Charapa” Rengifo se disponía a cabecear, Andy Polo le aplicó un tremendo empujón. ¡Penal y cárcel! Seis minutos después, Lobatón se preparaba a anotar y Álvaro Ampuero le dio directo a los tobillos. Otro penal no cobrado.
Era tal el escándalo, que en el último minuto Iván Chang “inventó” un penal a favor de Cristal para compensar. Pésimo arbitraje, que malogro el espectáculo.