En Miami, Salomón Libman jugó su último partido con la camiseta blanquiazul y se despidió entregando su valla invicta, colaborando con el triunfo ante el clásico rival.
En su adiós, el golero íntimo estuvo con la fortuna de su lado, pues un penal crema se estrelló en el palo y le permitió marcharse con el arco en blanco. El futuro del guardameta está en Trujillo, donde firmó por Vallejo.