“Ese muchacho, Mariño, tiene el juego del ‘Flaco’ Malásquez”. Un hincha se emocionó al ver el dribling y la guapeza del “Burrito” y le soltó un elogio en la tribuna, comparándolo con un grande del fútbol sudamericano de los años 70 y 80.
Juan Carlos Mariño, que por estos días se luce en el Querétaro de México, le cambió la cara a la selección peruana y su ingreso fue vital para abrir la cancha y darle mayor profundidad al juego en equipo. “Ganamos bien a Chile, pero queremos más, el Mundial”, declaró Mariño, el jugador diferente que le metió un pase-gol a Claudio Pizarro que el jugador del Bayern Múnich no pudo concretar.