Henry Gambetta y su terna arbitral cambiaron radicalmente el curso de un partido que pudo terminar con una alegría incontenible en Huánuco. El árbitro y su juez de línea, Carlos Blas, se robaron el protagonismo anulando un gol legítimo de León.
Transcurría el minuto 24 del primer tiempo y una falta a favor de los locales permitió al colombiano Johnnier González encontrar un balón a escasos metros del arco aliancista. El defensa huanuqueño lanzó un potente disparó que traspaso la línea de meta. Sin embargo, Forsyth sacó el balón dentro del arco y engañó a Gambetta.
La ayuda de la televisión corroboró el hecho, pero el juez y su asistente prefirieron hacerse de la vista gorda. Lo curioso es que el juez de línea corrió hacia la mitad de la cancha para validar el gol, pero luego se detuvo a mitad de camino.
El reclamo de los huanuqueños se dejó sentir, y al final del partido la terna arbitral tuvo que abandonar el estadio escoltados por la policía. Todos los querían linchar.