Reconocer el campo sintético del estadio Manuel Rivera Sánchez era una tarea pendiente para el plantel merengue. El comando técnico busca a toda costa rescatar un buen resultado de Chimbote, por eso no descuida ningún detalle.
Los cremas, que arribaron el viernes por la noche a la ciudad pesquera, trabajaron ayer por más de una hora en el coloso norteño, con la intención de irse acoplando al césped artificial y evitar complicaciones a la hora del partido.
La mayoría de jugadores calzaron zapatillas, medida que utilizarían hoy también para lograr un mejor desenvolvimiento en el campo.