Catalina Chirinos Ibarra es la bebé que le cambió la vida. Es el regalito de Dios que le hizo olvidar el robo de su moderna camioneta, es su nuevo motor y motivo para seguir metiendo goles en el Descentralizado.
Al goleador de Sport Huancayo ahora le dicen “El Chocho” porque babea por su pequeñita y quiere dedicarle una conquista este sábado ante Pacífico FC.“Papá, la verdad que estoy muy emocionado por este momento. Imagínate, tengo cuarenta años, soy abuelo y sigo jugando al fútbol, soy el hombre más feliz del mundo”, le dijo Ibarra a LÍBERO.
Asimismo, el “Goleador Prehistórico” prometió dedicarle un gol a su nieta Catalina y espera que sea lo más pronto posible. “Respeto a todos los rivales, pero estoy como loco por meter un gol y dedícarselo a ‘Cata’, el amor de mi vida”, dijo.