Con la carita de “yo no fui” ocupó el lugar de cuarto volante, al ingresar por un taciturno Reimond Manco. Entonces, Édison Flores hizo patria en Asia a través de la magia de sus botines y dejó a más de un coreano con el ojo cuadrado.
El jugador del Villarreal de España se destapó y le llenó los ojos al técnico Sergio Markarián. Se podría decir que sería un posible reemplazante de Juan Manuel Vargas para el duelo ante Uruguay (próximo 6 de seitembre).
Cuando ingresó hizo buenas paredes con Jefferson Farfán. “Tengo una gran emoción por tener minutos con jugadores de un gran nivel internacional. Llegamos bien a las Eliminatorias”, mencionó el “Orejón”.