Es humano. Sergio Markarián estuvo ayer con el corazón partido, atrapado en sentimientos encontrados y nervioso por enfrentar a su natal Uruguay, a esa Celeste que le mueve el alma.
Antes del partido, el “Mago” ingresó al vestuario uruguayo con una bolsa de regalos y se abrazó con el “Maestro” Óscar Tabárez. Los visitantes agradecieron el gesto noble y recibieron los obsequios con alegría.
Luego, el “Mago” cantó el himno charrúa, aunque también entonó el Himno Nacional como un peruano más. Para el hincha, un profesional total.