Mediante una charla, el entrenador argentino de Unieristario dejo en claro que el triunfo se tiene que quedar en casa si o si. Además estimulo a sus jugadores dándole palabras de aliento para la final ante Garcilaso.
No fue la “Última Cena”, pero sí la ocasión precisa para que Ángel Comizzo se reúna con su gente y guíe el camino de sus “chibolos” para lograr la consagración.
Y es que para calar en el pensamiento de un joven hay que ser como uno de ellos, “achibolarse” y entrar a la chacota para lograr un grado de confianza total que permita amoldar su comportamiento.
A esas armas apeló el técnico crema para concientizar a sus “chiquillos”, así que terminada la práctica se reunió con sus pupilos en el centro del campo y les dio una charla que remeció el pensamiento de cada uno.
El argentino sacó a relucir su rol de padre, esa labor que ha sabido ejercer con éxito en una temporada dura, y que ahora debe ponerle mayor énfasis para sacar a flote lo mejor de cada uno de esos jóvenes merengues que lo pueden llevar a la gloria.
Carcajadas, chistes, una conversación amena, así se metió al bolsillo a “Canchita” Gonzales, la “Hiena” Gómez, Diego Chávez y la “Pulga” Ruidíaz, los “chibolos” más “rankeados” de su plantel que sabe le pueden rendir en un nivel óptimo para ganarle a Garcilaso.