A Guillermo Sanguinetti se le vio ayer recontra fresco. Su rostro de preocupación no apareció y mucho tuvo que ver la sed de revancha en su grupo y la rápida acción de la dirigencia en el reclamo contra el juez Michael Espinoza.
Y es que para el “Topo” ambas situaciones fueron un indicativo de que todos los estamentos del club se mantienen fuertes y unidos en la lucha por querer salir campeones.
Eso sí, el uruguayo ha sido muy claro con sus pupilos: ningún equipo puede despacharse con toques a granel a vista y paciencia del equipo, caso contrario sacará el látigo.
“Iremos a Moquegua por los puntos perdidos en casa ante el Aurich. Ya lo saben”, rugió Sanguinetti en la interna.