Escuchar el cántico incesante de su hinchada y ese retumbar de los tambores alegrando su partida, fue la mejor motivación para los íntimos antes de enrumbar a Moquegua en busca del triunfo ante San Simón.
Decenas de fanáticos grones le dieron una cálida despedida a su plantel en el aeropuerto Jorge Chávez, el cual alborotaron con sus entonaciones.
Provistos de banderolas y camisetas aliancistas, el pueblo íntimo tiñó de blanquiazul el terminal aéreo, confiando en que su esfuerzo ayude al equipo de Sanguinetti a lograr su cometido en tierras sureñas.
“Sentir el aliento de la gente es importante, nos motiva a dejar todo en la cancha, vamos a ganar para alegrar a nuestra hinchada”, sostuvo el “Colo” Ibáñez, quien comandó la delegación victoriana.
Así, Alianza partió a Moquegua con el ánimo al tope y el compromiso de dejar la piel en la cancha para sumar de a tres y avanzar a pasos agigantados en su camino al título.