Antonio Gonzales demostró que la cinta de capitán no le queda grande, menos en los partidos picantes cuando hay que poner más que garra. El volante tuvo seco a Montaño, provocó su expulsión y asistió a Ruidíaz en el segundo gol merengue. Toño se jugó un partidazo en el Callao.
Aunque estuvo abocado a la marca, el capitán rompió líneas en busca del arco santo. A los 63’, se disfrazó de “10”, eludió rivales se juntó con la “Pulga” y el delantero estampó el 2-2.
Además, le respiró en la nuca al “Potón”, no lo dejó ni respirar, le ganó hasta en los duelos verbales y sobre los 76’, Montaño no aguantó más, se peleó con el juez Garay por no cobrarle una falta y se fue a las duchas. Toño había ganado el duelo.