El ingreso de Mauro Guevgeozián fue crucial para el triunfo de Alianza Lima porque ganó en la cancha a un hombre que sabe cómo afrontar finales. Con sangre caliente el ‘Armenio’ se involucró rapidamente a un partido que no permitía el agua tibia. Arriba, donde es su habitat, fue un gladiador y ganó.
El uruguayo jamás esperó la pelota, fue en busca de ella, recibió, aguantó, entregó bien y al momento de ir arriba, impuso autoridad, como en el pase gol a Roberto Guizasola.‘Cucurucho’ alguna vez dijo “al 9 dénmelo siempre”. No falló.
Esta vez no anotó, qué importa, lo dio todo, jugadores así al hincha lo conmueven. Mauro guardó pólvora para la final.