Carlos Preciado ensayó arduo para no fallar en el caso le tocara patear un penal en la definición contra Municipal, pero llegado el momento la mandó al palo y tiró por la borda la mejor chance de ganar un duelo reñido y peleado.
El colombiano fue uno de los jugadores que lloró en vestuarios. Sufrió como ninguno. Maldijo a cada momento su mala suerte. Sin embargo, el delantero tuvo el respaldo no solo del entrenador sino de todos sus compañeros. “Es un grande, falló, le pudo pasar a cualquiera”, señaló Butrón. “Ya nos regaló muchas alegrías en otro momento, tiene mi respaldo” dijo Roverano.