No solo por costumbre es que Gareca quiere que la Blanquirroja siga jugando en el coloso de José Díaz. Y es que el seleccionador es cabulero y como considera que a Perú le ha ido relativamente bien en dicho escenario, anhela seguir por la misma senda.
Las dimensiones del Nacional y del Monumental son totalmente distintas. Y un posible cambio de escenario preocupa a Gareca, porque iría en perjuicio de sus pupilos. A estas alturas de las eliminatorias no es bueno dar ventaja a ningún rival. La pelota está en la cancha de nuestras autoridades, quienes tienen la misión de dejar en perfecto estado el coloso de José Díaz.