La Blanquirroja sumó un punto de oro luchando contra todo. Primero porque los argentinos decidieron llevarnos a un estadio adonde la presión de sus hinchas supuestamente afecta a cualquier rival. Además porque el arbitraje se parcializó con el dueño de casa y en muchos pasajes del partido nos empujó a nuestro arco.
Lo mejor que le pudo pasar a la Bicolor es cerrar la eliminatoria en casa. Colombia no será un rival fácil, porque viene herido y aún sin haber clasificdo, pero nuestros muchachos querrán jugarse el mejor partido de su vida para hacer realidad el sueño de 30 millones de personas. Ir a Rusia depende de nosotros. ¡Vamos que se puede!